Los Pastor

Miguel Pastor nació en Alemania, en 1827. Sus padres fueron Don Miguel Pastor y Doña Catalina de Urban. Hacia mediados del siglo XIX, llega a San Francisco del Monte de Oro, provincia de San Luis. En 1860 se casa allí con Isabel Aberastain, argentina, con quien tendría cuatro hijos: Otilia, Reynaldo Vicente, Teodosia y Miguel Braulio.

Pastor tuvo un rol prominente en la comunidad, figurando como uno de los vecinos más caracterizados de ese entonces. En 1866 formó parte de la comisión que debía acopiar materiales para la construcción del nuevo templo y paralelamente fue uno de los principales comerciantes del pueblo, con un capital de $5000.

En un contexto de conflictividad, el gobernador Barbeito resolvió otorgarle grado militar. Llegó a ser designado como Ayudante de la 2da Compañía del 2° Escuadrón del Regimiento Nro. 7 de Guardias Nacionales de Caballería de la Provincia y después Capitán de la misma.  

Miguel Pastor uniformado. Imagen de: "Los Pastor de San Francisco de San Luis".

Es en ese rol pasaría a la historia por haber defendido este pueblo del ataque de fuerzas montoneras dispersas, que habían sido derrotadas en la batalla de San Ignacio. Su muerte fue trágica, ya que finalmente cae asesinado a lanzazos por dichas fuerzas en el Portezuelo de los Enriz, el 9 de abril de 1867. Tenía 40 años. 

La partida, tras apoderarse de su caballo, se dirige al pueblo para concretar saqueos. El cadáver de Pastor es rescatado y entregado luego a su esposa. Según documentación de la época (en archivo de Jorge M. Pastor) no hubo degüello, como algunos relatores han afirmado. Al día siguiente fue sepultado en la Iglesia Parroquial. 

Este trágico desenlace significo un duro golpe para su familia. Pero con el tiempo sus pequeños hijos Reynaldo Vicente (3 años) y Miguel Braulio (21 días) se convertirían en su adultez en prestigiosos sanfrancisqueños que se desempeñaron con notoriedad en la política y la educación a nivel provincial y nacional. 

REYNALDO VICENTE PASTOR (1863-1943) 
Reynaldo Vicente Pastor
Reynaldo Vicente Pastor
“Fue hijo de su propio esfuerzo, una existencia hecha en el trabajo y para el trabajo, logró holgadamente triunfar en un ambiente poco propicio y rutinario, porque fue un espíritu excepcionalmente bueno, dotado de un dinamismo que lo habilitaba para llevar a la práctica sus propósitos, sin menoscabo para nadie". (Camilo Domínguez) 

Reynaldo V. Pastor nació en San Francisco del Monte de Oro en 1863. Cursó estudios primarios en la escuela de la localidad dirigida por Manuel Durán y Juan de Dios Escobar, distinguidos educacionistas de origen chileno. 

Más tarde, el gobernador coronel Zoilo Concha resolvió subvencionar con becas a muchos jóvenes de su provincia para que prosiguieran sus estudios en otros centros de mayor cultura, con la esperanza de que, en un futuro, fueran ciudadanos útiles al progreso de la provincia. 

En tales condiciones, Reynaldo Vicente, cursó estudios en la Escuela de Profesores de Paraná, dirigida en esa Época por el educacionista José María Torres.

El joven Reynaldo una vez graduado de Profesor Normal regresa a la ciudad de San Luis, donde funda una escuela graduada. En el año 1887 se le designa Inspector Nacional de Escuelas con asiento en la provincia de Jujuy. 

Consagrado por entero, más tarde, al desarrollo de la enseñanza pública en la función directiva de la Inspección de las Escuelas Lainez, no descuidó tampoco otras actividades, como el periodismo y las faenas rurales, ya que ellas consagran también en forma afectiva el adelanto económico de la provincia. 

Adquirió el extenso campo situado en el departamento Pringles de la provincia de San Luis, denominado “El Amparo”, transformándolo en un prospero establecimiento. 

Reynaldo Vicente Pastor falleció en 1943, tras una vida en la que se desenvolvió dentro de un marco silencioso y sin estridencias, porque en su espíritu predominaba en alto grado la virtud de la modestia. 

Fuente: Domínguez, C. (1974) Perfiles sanluiseños (pp. 81-82).

MIGUEL B. PASTOR (1867-1916) 
Miguel B. Pastor
Miguel Braulio Pastor
"...un hijo ilustre de nuestra provincia, dilecto puntano que bregó empeñosamente porque el pueblo se instruyera un poco más, a través de bibliotecas, digno hijo que en todo su quehacer lo llevó el interés de propender al progreso de los pueblos, progreso que solamente se obtiene en base al grado de cultura que pueden tener..." (Hugo Bonfiglioli).

Miguel B. Pastor nació en San Francisco del Monte de Oro en 1867. Siendo apenas un niño quedó huérfano a tempranísima edad, porque cayó su padre bajo el puñal de la montonera mientras defendía a su pueblo indefenso. 

Pastor, joven y hasta sin recursos, se abrió camino a través del estudio. Se graduó y se recibió de bachiller en el Colegio Nacional de San Luis, e inmediatamente después pasó a la Facultad de Derecho de la Ciudad de Buenos Aires, donde se graduó de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales. 

Obtenido su título se traslada a Córdoba e instala allí un estudio jurídico que en aquel entonces fue uno de los más serios y acreditados de la ciudad, adquiriendo celebridad por la defensa que tuvo a su cargo del juez Villafañe ante la Cámara de Diputados.

Después lo tenemos otra vez en su provincia fundando una sociedad de remate feria. También se interesó en introducir en la provincia capitales foráneos para crear establecimientos ganaderos e introducir nuevas razas de ganados.

Pero el aspecto sobresaliente y la personalidad relevante del Dr. Miguel B. Pastor fue la política. En la Cámara de Diputados de la Nación, fue un legislador culto a la vez que combativo y defensor de las nobles causas. Las crónicas parlamentarias de la época lo señalan como un orador fogoso a la vez que galano, con una elocuencia que arrebataba a las multitudes. 

En 1916, cuando apenas contaba cuarenta y nueve años de edad, la parca implacable lo arrebató cuando él se disponía a ocupar por segunda vez una banca en el Congreso. Un síncope cardíaco en una media tarde lo llevó. 

Las honras que se le tributaron y las exequias tuvieron contornos de apoteosis porque fue un gran propulsor del progreso de la provincia y a la vez de la Nación. A él se le debe y fue el autor de la creación de la Escuela Normal de San Francisco, del puente del Tilquicho que une Córdoba con San Luis, del de Santa Rosa. 

(Texto adaptado del discurso pronunciado por el Director de Cultura señor Hugo Bonfiglioli, el 12 de diciembre de 1965, con motivo de la inauguración de una Biblioteca) 

Bibliografía

Domínguez, C. (1974). Perfiles sanluiseños.

Gez, J. W. (1996). (1º edición 1916). Historia de San Luis. San Luis: Editorial Marzo S.A.

Pastor, J. M. (2000). Los Pastor de San Francisco de San Luis.

Pastor, R. A. (1970). San Luis, su gloriosa y callada gesta. Buenos Aires: Artes Gráf. Bartolomé U. Chiesino.

Tobares, J. L. (1996). Noticias para la historia de los pueblos de San Luis (pp. 106-113). Fondo Editorial Sanluiseño.

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